jueves, octubre 02, 2008

02-10-08. El hedonismo

La palabra de hoy es hedonismo. Esta palabra viene de hēdonē que en griego significa placer. Con este término se denomina a una filosofía que sugiere que el hombre debe buscar placer, y que esta búsqueda sólo puede traerle buenas consecuencias.

Hēdonē era una diosa en la mitología griega. En la romana se llamaba Voluptas, de allí términos como voluptuosidad que también se refiere al placer. Placer viene de placere, que es gustar, de allí, por ejemplo, el italiano piace. Lo que me gusta me causa placer. Igualmente Voluptas viene de la raíz volup, que significa agradable o a gusto.

Hēdonē, en la mitología, era hija de Eros y de Psyche. Eros es hijo de Afrodita, diosa de la belleza, y él mismo es dios del amor. En la mitología romana Eros es el famoso Cupido. Psyche, que significa soplo en griego, era considerada la fuerza vital, lo que daba vida. Tenía que ver en la antigua Grecia con el pensamiento, la conducta y la personalidad. Era también lo que se conocía como alma. El hombre moría cuando este soplo vital, o alma, dejaba el cuerpo.

Según la leyenda, Afrodita, o sea la belleza, estaba celosa de Psyche porque era muy linda. Se puede decir la belleza estaba celosa de la vida, o del soplo vital. Entonces manda a su hijo Eros, el amor, para que la hechice y la haga enamorarse del hombre más feo del mundo. ¿Qué pasa realmente? Eros se enamora de Psyche, la rapta y se la lleva con él. El amor se enamora de la vida y no le hace caso a la belleza. La historia es un poco más larga, hay un par de traiciones en el medio, la cuestión es que Eros se enoja con Psyche y ésta va con su suegra, la belleza, a pedir ayuda. Afrodita le pone como condición cuatro tareas imposibles, que la vida, o sea Psyche, termina logrando realizar en busca del amor de Eros. En el final de la leyenda la vida recupera al amor, y todos felices con suegra incluida.

Vean que bueno. La vida en busca del amor es capaz de hacer cualquier cosa, incluso a pesar de la belleza, que hoy parece seguir siendo divinidad siendo que hay millones de personas que la deifican todos los días.
Hay un montón de cosas que aprender de esto, pero me gustó el punto de que el placer, Hēdonē, es hija de la vida y del amor. De una vida que hace grandes esfuerzos y pasa grandes tribulaciones para recuperar a su amor, para conseguir el amor.

Reinterpretando a los griegos podría decir que la belleza, que no es más que un placer superficial, o al menos pasajero, no puede complicarle las cosas a la vida de tal forma como para que esta, si tiene convicción, no pueda conseguir el amor. Y cuando juntamos vida y amor, el producido es placer.

Hablando de esto de la vida y del amor, Facundo Cabral (1) nos recita (2):

“El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.

No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor.

Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, […]”.

Al menos a mí, una plenitud en la que todo es posible y sin esfuerzo, me suena a placer. Por otra parte, Jeremy Leven (3), el autor del guión de la película Don Juan de Marco (4), le hace afirmar al protagonista:

“Son sólo cuatro preguntas de valor en la vida: ¿Qué es sagrado?, ¿de qué esta hecho el espíritu?, ¿por qué vale la pena vivir?, ¿por qué vale la pena morir? La respuesta es la misma. Sólo por amor”.

A pesar de que suena claro en las voces de estos cantores y personajes, creo que nos confundimos o nos confunden para que busquemos más cantidad de placer que calidad de placer. En un mundo en el que consumir es tan importante, los que venden prefieren vender mucho antes que vender bueno, y eso nos termina llevando a buscar excesos de placer, en vez de buscar placer en las cosas duraderas, como el amor. Lo superficial, lo momentáneo, lo pasajero, siempre es más “barato” que lo profundo. Lo superficial es descartable, y de lo descartable terminamos comprando más unidades.

Volviendo un poco más a la literatura, Juan Luis Vives (5), en El tratado del alma (6), nos dice:

“Ciertamente, hay hombres de índole tan brutal que se dejan llevar sólo de los placeres de los sentidos; mas nosotros debemos mirar a las almas superiores y de mayor nobleza, que se deleitan más con los sentidos interiores que con los externos, con el pensamiento antes que con la fantasía, y dentro del pensar con la reflexión principalmente […]”.

A mí particularmente la reflexión me causa placer; pero como todavía nadie me puede cobrar por reflexionar, y sí por lo que tiene que ver con los placeres que percibo por los sentidos exteriores como el tacto, olfato, vista, oído y gusto, reflexionar no lo pone de moda ninguna empresa.

Hoy muchas veces relacionamos placer con cosas que no tienen que ver con el amor sino sólo con la mecánica sexual que en definitiva nos entra por tacto. No siempre relacionamos el placer con lo que causa vida, sino con lo que la pone en peligro, como las drogas, o los excesos de alcohol, que van de la mano con el gusto, o el olfato. Nos hemos concentrado en la obtención de placer sólo a través de los cinco sentidos externos. En gran medida dejamos de lado las otras sensaciones que causan placer, y que no tienen que ver los sentidos básicos.

Por eso, para ir cerrando, los invito a ser hedonistas pero no tan superficialmente. Propongo que tratemos de producir placer juntando vida y amo, como en la leyenda griega. Para eso les voy a sugerir otros cinco sentidos que podemos y debemos tener y desarrollar. Estos me los hizo ver hace un tiempo un profesor (7) mío:

Sentido de misión. Tenemos misiones en la vida, debemos buscar placer en esas misiones. Consumir solamente no es suficiente.

Sentido de responsabilidad. Para con los demás y para con nosotros también. Estar a la altura de las circunstancias y cuidarnos responsablemente, también produce placer y nos preserva para dar placer a otros.

Sentido de urgencia. Muchas veces nos necesitan y saber responder cuando nos requieren causa y nos debe causar placer.

Sentido común. Para saber discernir qué nos hace mal y qué nos hace bien. Pareciera últimamente que hasta los animales, que sí entienden qué es bueno para ellos y qué no, tienen más sentido común que los humanos.

Y por último, sentido del humor. La risa cura, y poder reírse de uno mismo es el mejor remedio para reconocer errores, cambiar, y a la larga ser mejores.

Ojalá que podamos darle a estos cinco sentidos algo de la atención que les damos a los otros cinco. Vamos a gastar menos plata en cosas superfluas, y seguramente el placer que produzcamos ha de ser más duradero.



J. R. Lucks



Referencias:
(1) Facundo Cabral: cantautor argentino nacido el 22 de mayo de 1937 en la ciudad de Balcarce, Provincia de Buenos Aires, Argentina. A temprana edad, su padre abandonó el hogar dejando a su madre con sus tres hijos, los cuales emigraron hacia Tierra del Fuego, al sur de Argentina. Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida, convirtiéndose en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio. En 1959 ya tocaba la guitarra y cantaba folklore, siendo sus ídolos Atahualpa Yupanqui y José Larralde, se traslada a Mar del Plata, ciudad balnearia a Argentina, y solicita trabajo en un hotel, el dueño lo ve con su guitarra y le da la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera dedicada a la música, siendo su primer nombre artístico “El Indio Gasparino”. En su acervo discográfico, (no completo aún) hay varios grabados en vivo como: Cabralgando, Pateando Tachos, El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací, Ferrocabral y Lo Cortez no quita lo Cabral Vol. 1 y 2 entre otros. Como autor literario fue invitado a La Feria Internacional del Libro en Miami, donde habló de sus libros, entre ellos: Conversaciones con Facundo Cabral”, Mi Abuela y yo, Salmos, Borges y yo, Ayer soñé que podía y hoy puedo, y el Cuaderno de Facundo. En reconocimiento a su constante llamado a la paz y al amor, en 1996 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró Mensajero Mundial de la Paz.
(2) No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral.
(3) Jeremy Leven; Guionista, director, productor y novelista estadounidense nacido en 1941.
(4) Don Juan De Marco es una película estadounidense dirigida por Jeremy Leven, producida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Johnny Depp, Marlon Brando y Faye Dunaway. Fue estrenada el 7 de abril de 1995.
(5) Juan Luis Vives: (Valencia, 6 de marzo de 1492 -Brujas, 6 de mayo de 1540), fue un humanista, filósofo y pedagogo español.
(6) El tratado del alma. Juan Luis Vives. Espasa-Calpe, 1945.
(7) Guillermo Fraile. Profesor del Área Académica Dirección Financiera del IAE, y Director del Centro Standard Bank Conciliación Familia y Empresa.


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