domingo, marzo 08, 2009

Millones de moscas no pueden estar equivocadas... pero yo no soy mosca

Millones de moscas no pueden estar equivocadas… ¡Coma caca!

Así dice este refrán, que se usa indiscriminadamente. No es que no interprete la ironía del que lo refranizó, es que se ha terminado “dando vuelta”, y para muchos, con tal de “pertenecer”, comer caca empieza a ser aceptable.

A mí me resulta cómico, y seguramente a muchos más también, por eso uno baja la guardia, lo escucha, y como que no se siente mal al dejárselo repetir.

Si Colón se lo hubiese creído, nunca hubiese descubierto América pensando que había llegado a las Indias. Y si Copérnico y Galileo no se hubiesen ofendido al escucharlo, seguiríamos pensando que el Sol da vueltas alrededor de la Tierra.

A mí siempre me irritó esta pequeña síntesis de sabiduría humana moderna, pero eso es porque yo siempre fui un anarquista. No desde el plano político, sólo por romántico.

Que todo el mundo piense algo, o haga algo, no quiere decir que esté bien, sólo quiere decir que es popular.

Las mayorías no tienen razón sólo por ser mayorías.

Las mayorías deben ser respetadas, sobre todo en las democracias, por ser mayorías, pero nada más que por eso. El sólo hecho de ser mayorías, cuando las constituciones así lo dicen, le dan el derecho a probar sus hipótesis, no les asignan razón. Las mayorías tienen tanta posibilidad de equivocarse como las minorías.

Pero es que el refrán que nos ocupa, y que nos da para la reflexión, no es famoso por ser el preferido de los demagogos, solamente. El asunto de las moscas es, por sobre todo, el fondo de filosofía preferido de los personajes del marketing corporativo de nuestras empresas de hoy.

“Únase a la masa de consumidores”, “si su vecino lo tiene, usted debe tenerlo también”, “no se quede afuera, pague, y entre”, “sea único y especial, compre usted también su…”, y así sucesivamente.

Ortega y Gasset decía en La Rebelión de las Masas (1):

“Como se dice en Norteamérica: ser diferente es indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado”.

Hoy, se aspira a ser masa.

¡Pertenecer!: nos gritan desde los comerciales.

¿Está mal?...

No.

No sé.

Sí sé, pero mi opinión vale solo para mí. Sino iría en contra de lo que pretendo predicar.

Cada uno decida lo que crea conveniente. Pero si siente que lo que le están dando de comer tiene un sabor que no es el que usted esperaba, no siga comiendo sólo porque millones de moscas lo comen.



J. R. Lucks




Referencias:
(1) La Rebelión de las Masas. Ortega y Gasset. Editorial Alianza, 1999.
http://literatura.itematika.com/descargar/libro/190/la-rebelion-de-las-masas.html




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3 comentarios:

Peter Parker dijo...

"Si Colón se lo hubiese creído, nunca hubiese descubierto América pensando que había llegado a las Indias. Y si Copérnico y Galileo no se hubiesen ofendido al escucharlo, seguiríamos pensando que el Sol da vueltas alrededor de la Tierra."

No? Pues yo creo que es la idea de ese dicho, que porque mucha gente apoye algo, no tiene por qué ser lo correcto. Asi que por mucha gente que dijera que Colón o Copérnico se equivocaban, ellos se arriesgaron porque no querían ser una mosca más comiendo mierda solo porque todos lo hacían. ¿Es que lo has entendido del revés? ¿Has pillado la ironía? XDDD

Jose Ricardo Lucks dijo...

Muchas gracias Peter, si entiendo la ironía, es que creo, lamentablemente, que para muchos el "pertenecer" a la masa (aunque sea de moscas) vale más que lo que haya que comer para lograrlo.

María dijo...

Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él.

Jonathan Swift

Los necios quieren ser parte del grupo y creer en lo increible, porque para ellos es más cómodo comer mierda que pensar o actuar.