Ya pasaron las elecciones, ya festejaron, ya buscaron culpables, ya pasó. Y ahora viene la parte en serio. Esta es una carrera en la que es más importante lo que pasa después de la carrera que durante. En general, en las otras competencias, hay que preocuparse mucho por lo que pasa durante la carrera, y esto es lo que te hace ganar, después, a festejar y listo. En esta carrera en cambio, si bien pasa algo parecido porque si te equivocás durante la competencia perdés, lo más importante viene después, porque si te equivocás después de haber ganado, hacés perder a todo un país completo.
Así que más allá de quién haya ganado qué, porque uno se fija mucho en el que ganó a presidente pero lo cierto es que también hubo senadores, diputados, intendentes y concejales, un montón de gente se va a dedicar a gobernar de una forma u otra, y va a tener impacto sobre un montón de otra gente tanto si hace bien lo que tiene que hacer, como si hace mal.
Por lo tanto hoy traje algo que tiene que ver con los buenos augurios o deseos (a). La democracia es el gobierno en el que la mayoría decide quién gobierna, con lo cual el resultado siempre es el correcto. Siempre hay una mayoría que elige, y el resultado es el correcto porque la mayoría lo escogió. Así que seamos parte de la mayoría o de la minoría, tenemos que estar contentos y desearle a los que ganaron lo mejor. Este cuento tiene una forma interesante de augurar cosas buenas, y dice así:
“Estando en un aeropuerto escuché a un padre e hija en sus últimos momentos juntos. Se anunciaba la salida del vuelo de ella y junto a la puerta la escuché decir:
-Papi, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que siempre necesité. Te deseo lo suficiente, a ti también.
Se besaron de despedida y ella partió. Él caminó hacia la ventana donde yo estaba sentado. Ahí parado yo podía ver que quería y necesitaba llorar. Intente no ser un intruso en su privacidad, pero él me preguntó:
-¿Alguna vez dijo adiós sabiendo que será para siempre?
-Sí, lo he hecho. Perdone por preguntar, pero: ¿porqué es este un adiós para siempre? -Le pregunté.
-Soy viejo y ella vive muy lejos, tengo desafíos por delante, y la realidad es que probablemente no volvamos a vernos -dijo.
-Cuando decía adiós le escuche decir: ‘te deseo lo suficiente’. ¿Pudiera preguntarle que significa?
Empezó a sonreír. -Ese es un deseo que ha pasado de generación en generación. Mis padres lo decían a cualquiera.
Hizo una pausa por un momento, y volteando hacia arriba como tratando de recordar en detalle, sonrió una vez mas.
-Cuando nosotros decimos ‘te deseo lo suficiente’, estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que los sostengan –continuó, y luego, volteando hacia mí, compartió conmigo lo siguiente como recitándolo de memoria:
-Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante. Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol. Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo. Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida aparezcan más grandes. Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos. Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees. Te deseo el suficiente amor para que nunca sepas lo que significa necesitarlo".
Siguiendo entonces en la línea de esta forma tan particular de desear buenas cosas, a todos los que ganaron en estas elecciones, y nos van a gobernar de una u otra forma, les deseo:
* La suficiente honradez como para que nos traten como les gustaría a ellos que los tratasen.
* La suficiente inteligencia como para tomar las decisiones correctas por el pueblo, y para el pueblo, que es desde ahora la única prioridad de su vida pública.
* La suficiente ecuanimidad como para no desviarse ni un milímetro, ni un segundo, de la senda que marca la ley y la justicia.
* La suficiente grandeza como para saber reconocer errores, saber disculparse, escuchar a los demás y corregir lo que deba ser corregido.
* La suficiente capacidad como para gobernar construyendo un país viable para todas las generaciones que vienen, y no sólo para la próxima elección.
* La suficiente sensibilidad como para saber priorizar los temas de gobierno, y construir los medios necesarios para que cada uno pueda conseguir para sí mismo y su familia, con su propio trabajo, lo suficiente.
Ojalá que esta gente que acaba ganar la carrera para algún puesto público, tenga lo suficiente de lo que hay que tener, sea hombre o mujer, como para hacer bien su trabajo.
J. R. Lucks
Bibliografía
(a) El cuento adaptado para este capítulo puede encontrarse, bajo el título: “Te deseo lo suficiente”, en la siguiente dirección web: http://www.deaccioncatolica.com.ar/
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