El susodicho me decía:
“Si te gusta el arco iris, tendrás que aceptar la lluvia”.
Interesante. Lo deseable tiene un costo asociado. No lo veo desde el lado pesimista de que todo lo bueno trae también algo malo, sino desde la óptica de que se requiere la espera –en la lluvia–, la paciencia, el “trabajo”, para poder disfrutar de algo agradable.
Yo fui criado en una cultura del esfuerzo. Para lograr algo en mi casa, en mi vida, en lo que fuese… había que trabajar, sembrar y esperar, prepararse y probarse, etcétera.
Es cierto que algunas cosas “le caen a uno de arriba”. Sin tener que hacer nada más que estar en el lugar correcto en el momento correcto. Claro que para eso se puede andar por la vida esperando que todo coincida mágicamente, o se puede buscar el lugar y el momento –con pasión, con trabajo, con preparación– y luego “esperar” que te caiga lo que te tiene que caer.
De allí esta frase muy famosa (algunos dicen que de Voltaire, otros que de Séneca) que reza:
“Suerte es cuando la preparación y la oportunidad se encuentran”
Interesante.
No tanto esta frase sino más bien el primer refrán, me hizo pensar en otro también muy conocido; con el cual, a partir de este del arco iris, dejé de estar tan de acuerdo:
“Sarna con gusto no pica”.
La sarna pica, con gusto o no. Lo que pasa es que cuando es con gusto la picazón no importa, o no tiene que importar.
La picazón de la sarna que gusta es la consecuencia de una decisión, que, si bien tomada debe ser menos dolorosa que el gusto, y aún mal tomada habría que soportarla porque es resultado de la propia voluntad. Pero que pica, pica.
Creer que sarna por ser con gusto no pica, podría entenderse como que las consecuencias de las decisiones que uno toma no van a existir, o que de existir se pueden ignorar; y esto, hoy en un mundo tan dedicado al placer y al disfrute (con cierta aversión por el esfuerzo sostenido y el compromiso, desde mi punto de vista), me parece peligroso como mensaje.
Si te gusta el arco iris “aguantate” la lluvia; es más claro, más contundente, no deja lugar a dudas. Casi me dan ganas de “torcerlo” y decir: Si te gustan los arco iris “hace llover”.
Es un tanto difícil hacer llover, al menos sin derrochar agua dejando la manguera abierta colgando de un árbol para ver los siete colores, pero que tal: Si querés un título, estudiá; si querés tal o cual cosa, ahorrá; si querés que te respeten, respetá; si querés un mundo mejor hace algo más que pedir a otros que lo hagan por vos.
Tal vez lo que planteo sea mucho querer. Pero si quiero grandes cosas –como un arco iris– tendré que aceptar la espera, tendré que tener confianza, pero por sobre todo tendré que hacer mi mejor esfuerzo para aportar en lo que pueda a esa “cosa grande”. Claro que “me pica”, pero vale la pena.
J. R. Lucks
Volver al inicio
No hay comentarios:
Publicar un comentario