jueves, junio 21, 2007

21-06-07. De cómo alimentar a un lobo bueno

Hoy quiero compartir algo para ver si nos ayuda un poco a desenchufarnos, sobre todo en esta época de tanta tensión, de tanta preocupación, de tanta campaña política, sucia y limpia, que no son demasiado diferentes.

Es un cuento que habla de un cacique (a), que estaba rodeado de los niños de su tribu. En un momento de la charla les dice:

-Una gran pelea está ocurriendo en mi interior y es entre dos lobos.
-Uno de los lobos representa la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, el rencor, la avaricia, la arrogancia, la culpa, el resentimiento, la inferioridad, la mentira, el orgullo, la competencia, la superioridad y la egolatría.
-El otro la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad, la benevolencia, la amistad, la empatía, la verdad, la compasión y la fe.
Los niños lo miraban con grandes ojos que denotaban miedo y a la vez curiosidad y esperanza.
-Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes, y también dentro de todos los seres de la tierra.
Uno de los niños le preguntó con la voz más suave del mundo.
-Abuelo, dime: ¿cuál de los lobos ganará?
Y el viejo cacique respondió simplemente... -¡El que alimentes!

Así que me puse a pensar como alimentar a este lobo bueno. Al que representa la bondad, la paz, el amor. Buscando encontré un artículo de un psicólogo vasco, Patxi Izagirre, que no hace mucho publicó en un diario (b) la siguiente nota que paso a leer:

"En estos tiempos en los que cuidamos nuestra alimentación y entendemos que somos lo que comemos, quiero hacer hincapié en que somos lo que pensamos. […] Pienso que la mayoría estamos de acuerdo en que una equilibrada alimentación, el adecuado descanso y ejercicio moderado, favorecen el fortalecimiento de las defensas del organismo, y lo preparan para defenderse del ataque de infinidad de gérmenes que habitan en el exterior […]".

Entiéndase por gérmenes a políticos habladores, gente que nos cuenta porquerías sólo para hacerse los graciosos, programas de radio, televisión, diarios y revistas de esos que publican noticias inventadas o que por no tener nada útil que mostrar sólo se burlan de gente sencilla, en fin, eso que nos bombardea todos los días.

"El sistema inmuno psíquico por tanto, también necesita de una adecuada alimentación de afectos e ideas, para que las defensas psíquicas nos protejan de las crisis vitales.
[…] ¿Cuáles podrían ser estas vitaminas para el alma, cuales los nutrientes adecuados?"

Se pregunta el amigo Patxi, y se contesta:

"La vitamina C del aparto psíquico es la estima o el reconocimiento. Cuando una persona se siente valorada como amigo, compañero de trabajo,…, su sistema inmuno psíquico se refuerza de una manera preventiva ante las adversidades que pudieran venir. […] el segundo gran grupo de nutrientes para la armonía psíquica es la empatía y el dar afecto al otro. Curiosamente es una vitamina que al darla, crece proporcionalmente. Desde la sabiduría popular sabemos que recibes aquello que das, […]. El secreto está en el dar, dándose también a uno mismo, sino caeremos en el error de la dependencia […], que deriva en el deseo de agradar. […]. ¿Y cuál sería entonces el tercer soporte para la salud básica del alma? En mi opinión tiene ver con la capacidad de tolerar la frustración. Cuando la persona sabe sentirse libre dentro del límite y es capaz de admitir con humildad la propia impotencia humana, entonces está preparada para encontrar el equilibrio al desequilibrio."

No parece tan difícil darle de comer al lobo bueno: buscar lugares donde nos valoren; ser empáticos, o sea valorar e interesarnos por los que nos rodean; y saber que tenemos límites, conocerlos y reconocerlos. Sigue nuestro “psicólogo - nutricionista”:

"Por tanto, si fuésemos capaces de crear unos hábitos psíquicos saludables y basados en las ideas mencionadas como nutrientes básicos, quizás conseguimos que nuestro aparato inmuno psíquico se armonice de manera adecuada y seremos capaces así, de concretar actividades para el alma […]. Desde el contacto con la belleza del arte y la naturaleza, a las prácticas de silencio mental o descanso de las digestiones psíquicas, no es bueno “pensar” entre horas. No hacer nada también es hacer algo importante."

Que les parece, ¿podremos darle de comer al lobo bueno? No digo hacerlo engordar, pero al menos tirarle un hueso de vez en cuando.



J. R. Lucks


Bibliografía:

(a) Se puede encontrar la versión desde la cual se realizó la adaptación de este
cuento en: http://www.slideshare.net/sobremonte/los-dos-lobos/

(b) Fuente: http://www.diariovasco.com








1 comentario:

Anónimo dijo...

Estas cosas fundamentales siempre suenan fácil. ¿Porque será que no podemos ponerlas en práctica?. Me gusto mucho lo de la vitamina C