jueves, mayo 17, 2007

17-05-07. La piedra movediza y los criticones.

Hoy 17 de mayo, van a volver a poner la piedra movediza de Tandil en su lugar. En realidad es una réplica que se construyó para recrear la situación de la piedra original, y con el fin de mejorar el parque donde se encuentra y por lo tanto el flujo turístico. Como se dice de todo acerca de esto yo quise decir algo también así, que les traje una de las leyendas (a) que explican como fue a parar allí semejante cosa. La historia dice así:


Era el principio de los tiempos. El Sol y la Luna eran marido y mujer: dos dioses gigantes, tan buenos y generosos como enormes eran. El Sol era el dueño de todo el calor y la fuerza del mundo; tanto era su poder que de sólo extender los brazos la tierra se inundaba de luz. Era el dueño absoluto de la vida y de la muerte. Ella, la Luna, era blanca y hermosa. Dueña de la sabiduría y el silencio; de la paz y la dulzura. Ante su presencia todo se aquietaba. Andando por la tierra crearon la llanura: una inmensa extensión que cubrieron de pastos y de flores para hacerla más bella. Luego crearon las lagunas, donde el Sol y la Luna se bañaban después de sus largos paseos por la pradera.

Un día los dioses se cansaron de estar solos: y poblaron de peces las aguas y de otros animales la tierra. ¡Qué felices se sentían de verlos saltar y correr por sus dominios! Satisfechos de su obra decidieron regresar al cielo. Pero antes de irse crearon a los hombres para que cuidaran su hermosa obra. Ahora sí, ya podían regresar.

Un día, los hombres vieron que el Sol empezaba a palidecer, cada vez más y más y más... ¿qué pasaba?, ¿qué cosa tan extraña hacía que su sonriente rostro dejara de reír? Algo terrible, pero que no podían explicarse, estaba sucediendo. Pronto se dieron cuenta que un gigantesco puma alado acosaba al bondadoso Sol. Los hombres no lo pensaron más y se prepararon para defenderlo. Los más valientes y hábiles guerreros se reunieron y empezaron a arrojar sus flechas al intruso que se atrevía a molestar al Sol. Por fin uno dio en el blanco, y el animal cayó atravesado por una flecha, que entraba por el vientre y salía por el lomo. Sí, cayó, pero no muerto. Y allí estaba, extendido y rugiendo; estremeciendo la tierra con sus rugidos. Tan enorme era que nadie se atrevía a acercarse y lo miraban, asustados, desde lejos. En tanto el Sol se fue ocultando poco a poco; había recobrado su aspecto risueño.

Fue entonces que apareció la Luna. Vio al puma allá abajo, tendido y rugiendo. Compadecida quiso acabar con su agonía. Y empezó a arrojarle piedras para ultimarlo. Tantas y tan enormes que se fueron amontonando sobre el cuerpo hasta cubrirlo totalmente. Tantas y tan enormes que formaron sobre la llanura una sierra: la Sierra de Tandil. La última piedra que arrojó cayó sobre la punta de la flecha que todavía asomaba y allí se quedó clavada. Quedó enterrado así, también, para siempre, el espíritu del mal, que según los indios no podía salir. Pero cuando el Sol paseaba por los cielos, se estremecía de rabia siempre con el deseo de atacarlo otra vez. Y al moverse hacía oscilar la piedra suspendida en la punta de la sierra.


Me pareció interesante esta leyenda, en función de que hoy se pone de vuelta la piedra, o su réplica en realidad, en su lugar. Cómo todo esto genera polémica, que si se gastó bien la plata, que si esa plata no se podía haber usado para otra cosa. Que si va a atraer más turistas o si no, y que si trae más turistas es mejor que dar la plata en subsidios o bolsas de comida. Quien sabe. Tanta polémica, tanto ruido. Por eso me pareció bueno hablar del tema pero con una visión diferente, esta de la leyenda.

Ojalá que esta piedra que pongan arriba mantenga al “espíritu del mal” encerrado, como cuenta la leyenda. De hecho ya que están los ingenieros, sin soltar al puma, podrían abrir un hueco y enterramos algunas cosas más allí, como ser algunos políticos que andan sueltos, algo de la injusticia que también anda suelta, algo de la desocupación y del analfabetismo, en fin, tantas cosas tenemos los argentinos para enterrar que los que hicieron la replica de la piedra podrían tener trabajo por los próximos cien años.

Pero bueno volviendo al asunto de que todo genera crítica, todo es un buen tema para polémica, todo se pone en discusión, tengo un cuento (b) que me parece apropiado y dice así:


Una vez Hodja y su hijo emprendieron un viaje. Hodja prefirió que su hijo viajara montado en el burro y él ir caminando. En el camino encontraron una gente que dijo: - ¡Miren a ese niño joven y fuerte! Así es la juventud de hoy en día. No tiene respeto por los mayores. ¡Él va montado sobre el burro y hace caminar a su pobre padre!

Cuando esas personas quedaron atrás, el niño se sintió muy avergonzado e insistió en caminar, y que su padre fuera montado sobre el burro. Poco más tarde, se cruzaron con otras personas quienes dijeron: - ¡Miren eso! Ese pobre niño tiene que caminar mientras que su padre monta sobre el burro.

Cuando hubieron pasado a estas personas, Hodja dijo a su hijo: - Creo que lo mejor será que los dos caminemos. Así nadie se quejará. Continuaron su viaje, ambos caminando. Poco más tarde se encontraron con otros, quienes dijeron: - ¡Miren esos tontos! ¡Ambos caminan bajo este sol ardiente y ninguno de ellos monta sobre el burro!

Ante esto, Hodja se volvió hacia su hijo y dijo: - Eso va para demostrar qué difícil es escapar de las opiniones de los hombres.


Así que bueno, esperemos que esta piedra no se caiga, sobre todo encima del pueblo que la pagó, ya que esta no la manda la luna sino que sale de nuestros impuestos. Y que el que quiera criticarla que la critique, total si habla bien de ella lo van a criticar, y sino también. Muchas felicidades a los tandilenses y ojalá que el turismo aumente.




J. R. Lucks




Bibliografía

(a) “La leyenda del puma, el Sol y la Luna”. La versión que se tomó para la adaptación puede encontrarse en: http://www.lapiedramovediza.com.ar/

(b) “Las críticas de los hombres”. Cuentos enseñanza del maestro sufi Nasreddin. H. D. Halka

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Criticar es fácil, hacer es un poco más complicado.

Anónimo dijo...

Excelente cuento, lo había leído con otros personajes, pero en el fondo es lo mismo. Criticamos sin pensar o preguntar por qué las cosas son como son.